// 20.10.2011 - 07.01.2012 / Sala 365

A destiempo

Rafael Navarro


La palabra en griego clásico que denomina arte es tecne, además de este concepto servía para designar ciencia, saber; oficio; habilidad, destreza. De ella deriva la palabra castellana tecnología y técnica.

El concepto aristotélico de arte es el de imitación a la naturaleza, el hombre mediante objetos creados por él imita la naturaleza, estos objetos son lo que llamamos imágenes. En uno de sus diálogos, en La República, Platón nos plantea a través de una discusión ficticia entre Glaucón y Socrates la posibilidad que tiene el arte de reproducir todas las cosas de la naturaleza. El primero contestando a una pregunta de Sócrates dice que no existe un artesano capaz de reproducir todas las cosas, a lo que Sócrates le replica que sí existe una persona capaz de representar todas las cosas, el mismo Glaucón puede hacerlo, solo ha de tomar un espejo y moverlo por todos los lugares, en el espejo se producirán las imágenes de todas las cosas. Louis Daguerre en 1839 presenta el procedimiento por el que esas imágenes que Glaucón toma en la superficie bruñida quedan fijadas en un soporte material y perduran en el tiempo.

La serie A destiempo de Rafael Navarro es la primera en la que utiliza fotografía a color. Las imágenes en blanco y negro carecen de una información esencial: los colores de la luz. Son imágenes que cada espectador asume como reales, aún faltándoles una de sus características fundamentales. Pero esa carencia es un potencial de relación con el público, cada persona de su conocimiento aporta, o completa, coloreando en su imaginación la escena, lo que implica una participación intelectual en la percepción. Es por lo que las imágenes en blanco y negro tienen un atractivo sentimental añadido.

El manejo del lenguaje de las imágenes en blanco y negro es sustituido en esta ocasión por la composición de las escenas, por la elección de la iluminación, por el recorte de un instante del tiempo. La conexión intelectual y sentimental de las fotografías que constituyen esta muestra se han configurado a base de la experimentación del autor, y suponen un aprendizaje; aprender a hablar de nuevo en un artista que ya había llegado a una excelencia en el lenguaje de las imágenes. Las fotografías de Rafael Navarro se construyen con tecne, esto es: arte, técnica, ciencia, saber, oficio, habilidad y destreza.

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