Al cumplir el presente año el trigésimo aniversario del fallecimiento de Eusebio Sempere, tan unido a la ciudad de Alicante y a su Universidad, de la que fue nombrado Doctor Honoris Causa y que cuenta en su museo con una sala que lleva su nombre, presentamos esta exposición-homenaje, en la que resaltamos la participación de veinte artistas que trabajaron en algún periodo de su vida influidos por la misma luz mediterránea que tantas veces sirvió de inspiración al pintor de Onil.
En la muestra “La llum del Mare Nostrum. Homenatge a Sempere” estarán representados varios de los amigos del pintor alicantino: Antoni Clavé, Josep Guinovart, Joan Hernández Pijuan, Joaquín Michavila, Manuel Mompó o Albert Ràfols Casamada, que nacieron al lado del mar y cuya luz se ve reflejada en toda su obra. De la misma generación nacida en la década de los años veinte, veremos obras de Antonio Lorenzo y Vicente Vela, amantes de nuestro mar, que pasaron las temporadas estivales a orillas del mismo, en Calpe y Águilas respectivamente.
También estarán en este homenaje autores nacidos en los años cuarenta: José María Yturralde, Juan Manuel Fernández Pera y Antoni Miró, y de años posteriores pertenecientes a la denominada nueva figuración: Juan Cuellar, Dis Berlin, Pep Garro y José Luis Mazarío.
Una muestra de la pintura más joven nos la aporta Nico Munuera, también Albano con un lienzo pintado tras su viaje por el Nilo, Robert Ferrer desde su estudio en Palma con una de sus cajas en que nos muestra un universo siempre cambiante y en expansión, Rafa Macarrón con una de sus obras basada en el número áureo y Gerardo Gimona, un bonaerense afincado en la comarca de l’Alcoià.
La luz del Mare Nostrum, la luminosidad de su tierra natal estuvo siempre presente en la obra del pintor cinético. Recordemos que su último proyecto fue una gran instalación de haces de luz en el valle de Onil, a los pies de la finca “La Cova”, lugar donde falleció un diez de abril de 1985.