Francisco José Sánchez Montalbán (Cartagena, 1964) en Mar de Sal nos muestra el mar en su dicotomía. Por un lado salvaje, libre, atroz, feroz. Pero por otro lado como elemento que domesticamos, cogemos, exprimimos, del que sacamos su esencia: la sal.
Jugando con esta paradoja Sánchez Montalbán quiere devolverle a la esencia del mar -la sal- su bravura, su libertad, que como algo sólido, estable, dominado, nos quiere recordar su libertad, su estado más puro. Por otro lado ha capturado el agua de manera sólida, como laminando el propio mar, intentando apresar su esencia de libertad -las olas-, indómitas, salvajes como en un cristal de laboratorio.