El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) inaugura el jueves 10 de abril en la Sala Altamira la exposición R-evolución, en la cual se exhibirá material informático para mostrar la evolución de métodos y soportes informáticos: desde las primeras memorias de ferritas hasta los actuales sistemas ópticos de almacenamiento. Asimismo, se presentarán los proyectos ganadores y finalistas de los concursos Museo Tecnológico y su condición real y Museo Tecnológico y su condición virtual, convocados por la Escuela Politécnica de la UA, y se recreará un laboratorio informático de los años ochenta. La muestra permanecerá hasta el 28 de junio de 2003.
En la primera sala de la muestra se han ubicado las piezas cedidas por el Técnico del Departamento de Tecnología Informática y Computación de la UA, Pablo Baeza, que pasarán a formar parte del futuro Museo Tecnológico de la Escuela Politécnica. Las piezas, procedentes de la colección particular de Baeza, son calculadoras mecánicas (años 40 y 50), unidades centrales de procesamiento (CPU), hardware, módems, ordenadores portátiles, enciclopedias informáticas y válvulas, entre otros objetos en desuso, que evidencian el vertiginoso desarrollo de la tecnología informática.
La segunda sala albergará los proyectos ganadores y finalistas de los concursos citados. En relación con el Museo Tecnológico y su condición real (es decir, físico), el proyecto ganador es Display y back-up, de Alejandro Aliaga Antón, y los finalistas Tecnología e ingenio, de Cristina Ruiz Molina, e In-cubus, de José Luis Durán Arribas. En cuanto al Museo Tecnológico y su condición virtual, el primer premio ha sido para Elad Rodríguez Álvaro y Eli Vidal Pastor, por el proyecto MUAT 2000. El trabajo, consistente en una versión limitada del futuro Museo Virtual, se colgará de la web de la Escuela Politécnica una vez terminada.
La tercera sala, que incluirá las piezas donadas por la CAM, recreará un laboratorio informático de los años ochenta, cuando la tecnología informática era de uso exclusivo de las empresas, con equipos informáticos antiguos y los primeros libros y enciclopedias. El laboratorio contiene, entre otros objetos, un contador de monedas, un módem, un fax, un lector de tarjetas magnéticas y paneles con los diferentes lenguajes informáticos, desde el antiguo ensamblador hasta el html, desarrollado para Internet.