La Cátedra Antoni Miró de Arte Contemporáneo se creó en 2015 con el objetivo de promover y contribuir al conocimiento y a la difusión del arte contemporáneo, especialmente valenciano. La Cátedra nació con la voluntad de ser un núcleo de reflexión, debate, investigación y divulgación en el campo del arte contemporáneo, como también de las relaciones con el pensamiento y con el resto de manifestaciones artísticas: literatura, música o cine, entre otros.
La Cátedra Antoni Miró de Arte Contemporáneo de la Universidad de Alicante, con el apoyo de la Generalitat Valenciana, ha convocado este año tres ayudas destinadas a la producción de exposiciones en concepto de materiales y publicación de catálogos. Los ganadores, Empar Santamarina, Grupo “Passejades per Xàtiva amb Estellés” y Claudia Pastomás, expondrán sus trabajos individualmente y de manera consecutiva a lo largo de los meses de noviembre y diciembre de 2024 y enero de 2025, en la sala Cub2 del Museo de la Universidad de Alicante.
“La cruesa de la seua exposición” de la artista Claudia Pastomás (Valencia, 1998) se centra en la reconstrucción minuciosa de elementos que generan un extrañamiento, debido a la distancia con el contexto actual, explorando las capas que emergen al analizar y rescatar procesos de producción olvidados. Teniendo en cuenta la evolución de la gestión del trabajo manual desde la era fordista hasta la postfordista, así como su influencia en las representaciones culturales, propone un ejercicio arqueológico tratando de volver a enfrentar la historia y su forma de narración, a través de la exploración del paso de lo antiguo a lo obsoleto, entendiendo este proceso como un campo que ni significa ni es significado.
Este proyecto se inspira en la reinterpretación de modos de hacer, de producción preexistentes, como respuesta a la necesidad de negociar y reformular nuestras maneras de autorrepresentación y narración independientes en los sistemas de poder establecidos. El eje que vertebra esta propuesta es la marquetería, una técnica artesanal de incrustación con un profundo arraigo histórico, que se ha visto en declive con el cambio de paradigma en la fabricación del mueble. Esta instalación de carácter pictórico, es de naturaleza sensible y frágil, desafía las normas establecidas al crear un espacio de carácter “infamiliar” a partir de chapas de madera y un imaginario de ornamentos y formas huecas. La transparencia de la tireta translúcida permite vislumbrar el interior, revelando los procesos y modos manuales que han permanecido ocultos. Invita a explorar sus límites, adentrándose a diferentes escalas en el espacio para indagar en las fronteras entre lo conocido y lo desconocido, lo familiar y lo extraño, planteando interrogantes sobre lo obsoleto y lo emergente en la producción mercantil.
