El MUA, fiel a su compromiso con la creación artística actual, muestra el resultado de los proyectos seleccionados en esta 6º edición de la convocatoria PLUS, cuyo propósito es apoyar, promocionar y difundir la creación y la investigación artística, acercándolas a la ciudadanía. En esta convocatoria pública se han elegido 5 proyectos, presentados por cuatro artistas y un colectivo creativo. Proyectos artísticos de pintura, escultura, fotografía, vídeo, instalación… que han desarrollado los residentes en las dependencias del MUA entre el 7 y 18 de septiembre. Un año más, el MUA se convierte en un espacio formativo que propicia la creación e investigación multidisciplinar más reciente.
Magda Arques Castelló presenta el proyecto Els nostres cossos, una instalación transmedia que aborda el tema de la corporeidad y de nuestros «yo» diversos, mediatizados y vulnerables, al tiempo que plantea la importancia de las relaciones en nuestros contextos cotidianos. A través del modelado y el ensamblaje de los cuerpos, expresados como fragmentos y reproducciones humanas interconectadas por filamento industrial, Arques crea uniones evidentes; metáforas de una disrupción y cambio constante.
Fluenz (Sergi Hernández / Carlos Izquierdo) plantea una pieza de arte audiovisual en la que las tecnologías visual y sonora permiten representar la pluralidad humana. El sujeto no es estático, sino que existe de una manera diversa en cada una de sus expresiones. Existen a la vez repetición y diferencia: es el mismo sujeto el que se sitúa en cada plano de la realidad, pero se muestra de una forma sutilmente distinta. Fluenz quiere reflejar esa desincronía perceptiva.
Miquel Ponce Díaz crea un conjunto de piezas que se articula a partir de aquellos componentes que rodean a la pintura, como son sus elementos constructivos y los materiales derivados del proceso, partiendo de la idea de residuo y resto como eje vertebrador. Las obras parten de aquellos materiales que llegan de una acción pasada o de un acontecimiento que ya no está. La pintura se convierte en objeto físico. Cobra importancia la materia que lo compone y deja atrás la idea de imagen pintada.
Paola Ruiz Moltó trabaja en un proyecto que establece conexiones entre arte, ciencia y ecología. Su instalación escultórica sonora tiene como objetivo “escuchar el lenguaje de las algas” por medio de la construcción de un laboratorio ficticio que reproduce fenómenos imperceptibles de la naturaleza, cuya interpretación gráfica transforma en biosonido, utilizando el “ruido” y “no-sonido” como medio performático.
Sosa (Mª José Carrilero Cuenca) firma una serie de obras que se centran en el diálogo y la investigación que mantiene desde hace años con el paisaje. La memoria y el arraigo suelen estar muy presentes. La artista vive lejos de su familia; ellos están en La Roda, un pueblo de los llanos de Albacete donde sopla siempre el viento seco; Ella, desde hace años vive en Altea, un pueblo de la Marina Baixa en el que la humedad hace estragos. En su obra plasma el arraigo a este paisaje de agua que no es el suyo.