''La abstracción en la colección del MUA'' es una muestra que recoge 60 creaciones realizadas entre 1972 y 2006 por 31 artistas contemporáneos.
La exposición llama la atención por la riqueza y diversidad de propuestas. Diferentes técnicas, soportes, tamaños, materiales y lenguajes se conjugan para componer un universo cargado de sugerencias y sentimientos que van desde lo más intimo y personal hasta lo más desgarrado y gestual.
El recorrido por la sala se inicia con siete serigrafías de Eusebio Sempere, en las que se aprecian los rasgos característicos de la obra gráfica del artista: geometría y yuxtaposición de líneas que provocan en el espectador ilusiones ópticas y cinéticas.
A continuación podemos recrearnos en las diferentes maneras de trabajar el collage. El equilibrio y cuidado compositivo en las obras de Luís Moragón, el intimismo y la minuciosidad de las creaciones de Francisco Farreras, Aurelia Masanet y Elvira Pizano, la geometría pura y las superposiciones de Salvador Victoria o la importancia de las texturas y lo matérico en las piezas de Carmen Cutillas y Albert Agulló.
También resulta interesante la contemplación de los dibujos y bocetos del escultor valenciano Amadeo Gabino, donde se puede intuir el proceso de concepción y realización de una pieza.
Muchas de los cuadros de la exposición tienen como soporte el papel. En principio podría ser un elemento que llevara hacia una cierta homogeneización creativa, pero no resulta así, ya que la multiplicidad de lenguajes y técnicas que utilizan los diferentes artistas representados en la muestra, nos permite apreciar las innumerables posibilidades que ofrecen los materiales. Dionisio Gázquez y Josep Ginestar hacen uso del grafito, José Díaz Azorín de la barra grasa, Maria Dolores Mulá del pastel, María Chana de la acuarela, Aurora Valero del acrílico y Eduardo Lastres de la pintura plástica.
Forma y color son aspectos fundamentales del lenguaje de la abstracción, en unos casos ambos elementos van desligados, pero en la pintura de Joaquín Michavila, Vicente Rodes, Padma von Mühlendahl, Roberto Mira y Felipe Iguiñiz color y forma son indivisibles y perderían su esencia si no funcionaran como unidad. En el caso de José Vento y Ana Peters, el verdadero y casi único protagonista de su pintura es el color, llegando a ser capaz por sí mismo de inundar de sentimientos y estados de ánimos al espectador.
Las obras de Emilio Zurita y Damià Díaz, además de por su gran formato, destacan por lo gestual de su pincelada, en un lenguaje a medio camino entre la abstracción y la figuración.
Otros modos de hacer abstracción son los que desarrollan José Antonio Martín Lázaro mediante la cerámica, Alfonso Sánchez Luna y Ricardo Junio a través del grabado, Miguel Ángel Catalá y Rafael Navarro con la fotografía o Eugenia Agustí por medio de cálculos vectoriales por ordenador e impresión digital.
Por último indicar que algunas de las obras expuestas fueron adquiridas en su momento por la Universidad de Alicante, como el caso de las serigrafías de Eusebio Sempere, pero en su gran mayoría las obras seleccionadas para esta exposición, forman parte del patrimonio universitario gracias a las donaciones de los propios artistas.