Placeres bárbaros es la reflexión de la artista alcoyana Silvia Sempere (1968), ante las enormes transformaciones y alteraciones del paisaje que se suceden sin límites ante nuestros ojos. Los ejes de esta reflexión y la base del compromiso social de su trabajo son la agresiva urbanización (de bajo componente paisajístico), la evidente disociación entre naturaleza y arquitectura y la respuesta de la propia naturaleza.
Se presenta como una abstracción del hecho y no una presentación documental del mismo. Plásticamente se emplea un lenguaje abstracto y sintético, pero que consigue el efecto comunicativo del mensaje, cargado de la sensibilidad personal de la artista.
Se plasma esta idea a través de dos instalaciones principales, una vídeo-proyección y un conjunto de imágenes fotográficas asociadas a dichas instalaciones.
La primera instalación consta de dos elementos de grandes dimensiones, una pieza escultórica, que asemeja la estructura de una edificación; y otra horizontal con mayor peso visual y carga de significado, por tratarse de imágenes tomadas de basureros.
La segunda instalación consiste en una empalizada de madera manipulada manualmente sobre turba natural, en la que descansa un gran papel arrugado, en el que se superpone el modelo tridimensional de las cotas de nivel del Montgó. El fuerte aroma a tierra húmeda marca un nivel más cercano a lo natural.
La videoproyección nos presenta una isla mediterránea en la que se sucede el crecimiento de un conjunto de tipologías arquitectónicas que terminan por anular el entorno.
Las fotografías ahondan en ello, reforzándolo, y nos muestran la disociación entre lo natural y la arquitectura.